La salud física y mental son importantes porque afectan nuestra calidad de vida en general. Una buena salud física nos permite tener energía y sentirnos bien para realizar nuestras actividades diarias. Asimismo, una buena salud mental nos permite mantener un equilibrio emocional, gestionar el estrés, tomar decisiones adecuadas y mantener relaciones saludables con los demás.
Además, la salud física y mental están interconectadas, de tal manera que problemas en una de ellas pueden afectar a la otra. Por ejemplo, el estrés crónico puede causar problemas físicos como dolores de cabeza, problemas gastrointestinales o enfermedades cardíacas, mientras que problemas de salud física como enfermedades crónicas o dolor crónico pueden tener un impacto negativo en la salud mental, causando ansiedad, depresión o insomnio.
La hormona del estrés se conoce como cortisol, tener niveles altos de cortisol te lleva a padecer de enfermedades malignas en el futuro. Además, el cortisol en altos niveles constantes inflama tu cerebro. Por eso es que bajo estrés te sientes incómodo o mal. No queremos eso.
Por lo tanto, cuidar nuestra salud física y mental es fundamental para tener una buena calidad de vida a largo plazo y prevenir enfermedades, así como para mantener un equilibrio emocional y bienestar en nuestra vida diaria.